Vía sin industria.

Talleres Guifer S. L.

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Autor: Santiago Velayos García.

Esta empresa estaba formada por los señores Felipe Hernández y Pedro Jaén que residía en Madrid. Se dedicaba a la maquinaria agrícola y a las estructuras de hierro.

Como mínimo entraba un tren diario a los talleres. Vagones que venían cargados de chapas de hierro y maquinaria agrícola, sobre todo alemana y americana. Llegó a tener más de 500 trabajadores. La mayoría de los mismos vivían en el Rollo y en el Puente del Ladrillo. En el interior del recinto había modestas casas construidas para algunos trabajadores y guardas, como el padre de Tasio. En la oficina estaban, entre otros Mariano, Ángel, Escobar (aparejador)… Andrés iba en bicicleta desde la oficina a la plaza de España por el paseo de la Estación que estaba lleno de barros. Se pagaba a los trabajadores semanalmente. Durante la década de los 60 era uno de los pocos talleres españoles en los que ya se soldaba con hilo. En el interior los martillos pilones estaban las 24 horas funcionando, sobre todo para hacer vertederas. En el año 1968 dio en quiebra, al igual que muchas empresas del ramo en España. Fue adquirida por Metarplas, empresa de Valladolid que trabajaba el aluminio.

Las puertas se cerraron para los trenes.

La fotografía nos descubre los restos de la variante que comunicaba el interior de los talleres almacén de don Pedro Jaén. La «aguja» que aparece en primer plano controlaba la entrada y salida de vagones de dicha empresa.  Se dedicaba a multitud de actividad pero principalmente se dedicaba al mundo agrícola.Los restos de la otra vía pertenecían al ferrocarril Salamanca – Astorga antes de entrar en la peligrosa trinchera.

Cambio de agujas que daba acceso a la fabrica.
Puerta de entrada al taller que se accedía por una vía. En primer plano se ve unos monos bajos.

(Historia de Puente del Ladrillo. Santiago  Velayos García)